Retos que divierten

Un día por la tarde, después de las clases extracurriculares, los chiquis, que nunca dejan de sacar energía quién sabe de dónde querían ir al parque, la casa estaba desordenada, y yo sin muchos ánimos de salir.

Después de agarrar valor (jaja) les dije que teníamos que recoger antes de irnos, que buscaran sus cosas en toda la casa y las colocaran en su lugar y que después de eso me dieran unos minutos para leer y ahora si, nos iríamos en bicis al parque.

Luciana, que tiene 4 años fue a mi cuarto a recoger sus zapatos, eran como 3 pares, vi como se esforzaba por acomodarlos todos en sus manos y comenzaba a desesperarse, entonces le di una indicación para que se animara: Luciana, trata de llevártelos todos en una sola vuelta…

En eso entra Adrián de 7 en ese entonces (hace unos meses) y emocionado como solo él se sabe emocionar por las pequeñas cosas de la vida dice: ¡Ah ese es el reto, mamá ponme un reto a mi, ándale! Y así de reto en reto sin ser la intención original ¡recogimos la casa completa en menos de 10 minutos Woohoo!

Tendimos las camas, limpiamos los lavabos, recogimos ropa, juguetes, zapatos, instrumentos, pinturas, cosas del día anterior y del presente en muy poco tiempo y muy divertidos. Yo les daba una cantidad de segundos y se los contaba de manera regresiva del 20 al 0 para que el reto fuera mas emocionante, mientras,  yo recogía algunas otras cosas.

Les reconocí y agradecí su trabajo, rapidez, eficiencia y colaboración y Adrián dijo: ¡y fue bien divertido! Tuve oportunidad de leer unos minutos y después ¡Al parque en bicis!

Hay cosas pequeñas que hacen que nos motivemos a realizar aun lo que no disfrutamos tanto, la idea es divertirse en la medida de lo posible y colaborar con quienes amamos

¡Nos leemos pronto!