Ayer compramos un juego que resultó muy divertido para nosotros, son tablitas que se usan para construir y destruir, así como de efecto dominó.
Además de divertido para chicos y grandes, encontré que es útil para trabajar y poner en juego la tolerancia y frustración de todos.
Hubo momentos en los que cada uno de los tres que jugábamos tiramos toda la construcción por accidente o descuido. En un principio reíamos, pero conforme la destruíamos más veces iba siendo menos gracioso porque se veía cortado nuestro esfuerzo. Fue entonces que comenzamos a poner más atención para no repetir errores y beneficiar el trabajo en equipo.
Hubo un momento en que la frustración llegó a su límite al caerse tantas veces la construcción, que hasta lágrimas de desesperación salieron; fue aquí en donde aprovechamos la ocasión para que se pudiera expresar con palabras lo que se sintió: coraje, frustración, enojo, tristeza… es bueno ponerle nombre a lo que sentimos, y platicarlo con alguien es aún mejor. Les conté a los chicos de la vez que se me perdió un trabajo de una hora en la computadora y la frustración que sentí y cómo lo solucioné (después de haber dicho: &$%/&%& jaja), y luego continuamos jugando.